El repostaje de combustible forma parte de nuestra rutina como conductores, pero no debemos olvidar que estamos manipulando sustancias altamente inflamables que requieren nuestra máxima atención. Aquí te traemos las claves fundamentales para que puedas repostar diésel o gasolina en tu vehículo de forma segura y responsable.
Preparación: los primeros pasos son cruciales
La seguridad comienza antes incluso de tomar el surtidor en nuestras manos. Lo primero y fundamental es apagar completamente el motor del vehículo y asegurarnos de que está correctamente estacionado con el freno de mano puesto. Puede parecer obvio, pero las prisas son malas consejeras y estos pasos básicos a veces se pasan por alto.
Un aspecto que mucha gente desconoce es la importancia de descargar la electricidad estática. Basta con tocar una superficie metálica del vehículo antes de comenzar el repostaje. Esta simple acción puede prevenir chispas indeseadas que, aunque poco frecuentes, podrían ser peligrosas.
Durante el repostaje: mantén la atención
El momento del repostaje requiere nuestra completa atención. Olvídate del móvil, de fumar o de cualquier otra distracción. Permanece junto al surtidor en todo momento y mantén la vista en la operación. Es importante no llenar el depósito hasta el máximo absoluto: deja un espacio de aproximadamente un 5% para permitir la expansión del combustible, especialmente en días calurosos.
Una práctica habitual pero peligrosa es volver a entrar en el vehículo mientras se está repostando. Esto puede generar electricidad estática y, además, nos impide reaccionar rápidamente si surge algún problema. La paciencia es nuestra mejor aliada durante estos minutos.
Situaciones imprevistas: saber cómo actuar
Los accidentes, aunque poco frecuentes, pueden ocurrir. Si se produce un derrame de combustible, por pequeño que sea, debe limpiarse de inmediato utilizando los materiales absorbentes que todas las estaciones tienen a disposición. No dudes en avisar al personal de la gasolinera; están formados para manejar estas situaciones.
Es recomendable familiarizarse con la ubicación de los elementos de seguridad de la estación, como los extintores y los botones de parada de emergencia. Este conocimiento puede ser crucial si surge algún imprevisto.
Finalizar el repostaje de forma segura
Una vez terminado el repostaje, asegúrate de que el tapón del depósito está correctamente cerrado, así como la tapa que protege esta zona de nuestro vehículo. Nunca está demás hacer una inspección visual rápida y comprobar que no hay restos de combustible en la carrocería.
También es recomendable que, antes de arrancar el motor de tu moto, coche o camión, esperes unos segundos para que el sistema de combustible se estabilice.
La seguridad durante el repostaje no es negociable. Siguiendo estas recomendaciones, no solo nos protegemos a nosotros mismos, sino también a los demás usuarios de la estación de servicio. Recuerda que la prevención es siempre la mejor estrategia, y que unos minutos de atención pueden evitar situaciones potencialmente peligrosas.
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