Si alguna vez te has preguntado cuál es la diferencia entre gasóleo A y gasóleo B, no eres el único. Estos dos tipos de diésel generan muchas dudas entre conductores y propietarios de diferentes vehículos y maquinaria. En este artículo, te explicamos de forma clara sus principales diferencias, en qué casos debes usar cada uno y qué pasa si utilizas el combustible incorrecto.
¿Qué es el Gasóleo A?
El gasóleo A, también conocido como diésel de automoción, es el combustible que utilizan la mayoría de los vehículos en carretera. Lo encuentras en cualquier estación de servicio y está diseñado para ofrecer un rendimiento óptimo en coches, camiones y autobuses.
- Alta calidad de refinamiento: Pasa por un proceso más exhaustivo, lo que mejora su eficiencia y limpieza.
- Color: Amarillo pálido o incoloro.
- Uso principal: Vehículos de automoción como coches, camiones y autobuses.
- Contenido de azufre: Muy bajo, cumpliendo con normativas ambientales estrictas, reduciendo emisiones contaminantes.
¿Qué es el Gasóleo B?
El gasóleo B está pensado para uso industrial y agrícola, por lo que no puede utilizarse en vehículos de carretera, ya no solo porque la normativa restringe su uso, sino que puede dañar el motor de coches o camiones. Es más económico debido a su menor carga impositiva y contiene un tinte rojo o anaranjado para diferenciarlo del gasóleo A.
- Menor grado de refinamiento: Su proceso de destilación es menos exigente, lo que lo hace ideal para maquinaria robusta.
- Color: Rojo o amarillo anaranjado, tintado artificialmente para poder diferenciarlo sin problemas.
- Uso principal: Maquinaria agrícola, industrial y embarcaciones.
- Contenido de azufre: Ligeramente superior al gasóleo A.
Diferencias clave entre Gasóleo A y Gasóleo B
Cuando se trata de elegir entre gasóleo A y gasóleo B, es fundamental conocer sus diferencias. A continuación, te explicamos los aspectos más importantes que los distinguen.
1. Calidad y refinamiento
El gasóleo A, también conocido como diésel de automoción, pasa por un proceso de refinamiento más exhaustivo, lo que le permite ofrecer una combustión más eficiente y limpia. Gracias a su mayor calidad, reduce el desgaste del motor, mejora el consumo de combustible y genera menos emisiones contaminantes.
Por otro lado, el gasóleo B tiene un menor grado de refinamiento, lo que lo hace menos eficiente en términos de combustión. Sin embargo, está diseñado para motores más robustos y menos sensibles, como los de maquinaria agrícola o industrial, que no requieren un combustible tan refinado.
2. Aditivos y composición
El gasóleo A incorpora una serie de aditivos que optimizan su rendimiento. Estos componentes mejoran la lubricación del motor, ayudan a mantener limpio el sistema de inyección, protegen contra la corrosión y reducen la formación de espuma en el depósito, lo que facilita el repostaje.
En contraste, el gasóleo B contiene menos aditivos, ya que su principal función es alimentar motores diseñados para soportar un combustible menos tratado. Su composición está adaptada a maquinaria agrícola, equipos industriales y embarcaciones, donde no se requiere la misma calidad de refinamiento que en los vehículos de carretera.
3. Aplicaciones y usos permitidos
El gasóleo A es de uso exclusivo en vehículos de carretera, como coches, camiones y autobuses. Cumple con las normativas ambientales más estrictas y es el único combustible permitido para la automoción convencional.
El gasóleo B, en cambio, está destinado a sectores específicos, como la agricultura y la industria. Se utiliza en tractores, cosechadoras, generadores, grúas y embarcaciones, así como en sistemas de calefacción. Es importante destacar que el uso de gasóleo B en vehículos de carretera está prohibido y puede conllevar sanciones económicas importantes.
4. Aspectos legales y fiscales
Desde el punto de vista fiscal, el gasóleo A está sujeto a los impuestos estándar sobre hidrocarburos, ya que es el combustible que se emplea en el tráfico rodado. Su uso está regulado por normativas estrictas para garantizar el cumplimiento de las leyes medioambientales y de consumo.
El gasóleo B, en cambio, cuenta con una fiscalidad bonificada, lo que significa que tiene un menor impuesto especial. Esto lo hace más económico, pero su uso está limitado a maquinaria agrícola, industrial y calefacción. Utilizar gasóleo B en vehículos no autorizados no solo puede generar problemas mecánicos, sino que también está penado con multas elevadas.
5. Precio y disponibilidad
El gasóleo A se encuentra disponible en prácticamente todas las estaciones de servicio y su precio es más alto debido a su mayor calidad y a la carga impositiva que conlleva.
Por su parte, el gasóleo B es más barato gracias a su bonificación fiscal, pero su disponibilidad está restringida a distribuidores especializados, como cooperativas agrícolas y empresas suministradoras de combustible industrial. Esto significa que no se puede encontrar en cualquier gasolinera, sino en puntos de distribución específicos.
Consecuencias de usar el gasóleo incorrecto
Elegir el tipo de gasóleo inadecuado no solo afecta el rendimiento del vehículo, sino que también puede generar problemas mecánicos y legales. Estas son las principales consecuencias:
- Daños al motor: Usar gasóleo B en un vehículo diseñado para gasóleo A puede provocar acumulación de residuos, fallos en el sistema de inyección y un desgaste prematuro del motor. A largo plazo, esto puede derivar en costosas reparaciones.
- Sanciones económicas: El uso de gasóleo B en vehículos de carretera está prohibido y se considera fraude fiscal. Las autoridades pueden imponer multas elevadas si detectan su uso indebido.
- Pérdida de garantía: Los fabricantes pueden anular la garantía del vehículo si se detecta el uso de combustible incorrecto.
¿Qué gasóleo debes usar? Evita errores costosos
Elegir entre gasóleo A y gasóleo B no es solo una cuestión de precio, sino de seguridad, legalidad y rendimiento. Si tienes un vehículo de carretera, el gasóleo A es la única opción permitida, ya que protege el motor, optimiza el consumo y cumple con la normativa ambiental.
Por otro lado, el gasóleo B es una alternativa más económica, pero restringida a maquinaria agrícola, industrial y embarcaciones. Aunque su menor carga impositiva lo hace atractivo, su uso indebido en coches y camiones puede derivar en multas, averías graves y pérdida de garantía.
💡 Conclusión clave: Asegúrate siempre de utilizar el combustible adecuado para evitar problemas mecánicos y sanciones legales. Un simple error en el repostaje puede salir muy caro.